27.9.06

Kuni

En Yoake No Kamisori Shiro, el castillo oeste del Cangrejo y luego de muchas dudas, esperando la recuperación de Kakita Morihei; Itachi, Haruko y Aoshi decidieron ir por la información en vez de esperar alguna pista. Al terminar su conversación la batalla fuera de la Muralla acabó.

Itachi fue en busca de una opción para salir de la Muralla Kaiu y no encontró objeción de parte del guardia con el que habló. Haruko fue a investigar sobre la poco común caballería del Cangrejo, liderada por Hida Tsuru. Aoshi buscó información en una taberna, Hida Yukinaga (el nuevo amigo de Morihei) le habló sobre las Tierras Sombrías y los dedos de Jade. Mientras, Morihei dormía.

Reuniendo toda la información, decidieron adentrarse a las Tierras Sombrías, en busca de Kuni Toshitsu, el conocido de Hida Karuko. Hablando con un importante comandante del Cangrejo lograron obtener el suficiente jade y el permiso para entrar en las tierras de Fu Leng; eso sí, bajo su propio riesgo. Esto trajo problemas a más de un soldado indisciplinado.

Siete horas después, gracias al mapa que les entregaron en la ciudad, encontraron la casa del Shugenja que buscaban. Al abrir la puerta, gracias a su entrenamiento Haruko logró esquivar el golpe del ogro que abrió la puerta. Su piel era verdosa y sudorosa, los colmillos dentro de su boca dejaban entrever la sangre de su última cena. La batalla duró poco, el ogro no logro asestar ningún golpe a sus enemigos, finalmente cayó muerto con la última estocada del Mirumoto.

Lo peor vino después, cinco lobos gigantes, sin pelos y de un hálito malvado atacaron. La batalla se basó en las flechas de la Doncella de Batalla con los que eliminó a los cinco atacantes. Aoshi resulto muy herido a causa de dos mordidas de las bestias. Luego de esta escaramuza, entraron a la cabaña a la que se dirigían.

Kuni Toshitsu yacía despedazado en el suelo, no había rastros de jade en su cabaña, el ogro hizo de ella su nuevo hogar. En su hogar no había nada mas una trampilla se escondía en el suelo, en donde estaban sus investigaciones acerca de la influencia de la mancha en los rokuganeses, tenía posillos con partes humanas y un cuerpo diseccionado. Otra trampilla escondía unos escritos en la escritura de las Fortunas.

En cuestión de momentos el exterior de la casa estaba lleno de las mismas bestias, bestias de las sombras, acechando, esperando su momento de atacar, eran más de cien criaturas hambrientas. En esos momentos el techo crujió, los samurai notaron que algo estaba en el techo, algo se encontraba sobre ellos, entonando un cántico. Un cántico mágico. Consiente de lo que eso podría significar, los samurai llamaron la atención del shugenja, presentándose; este bajo y entro por la puerta luego decir su nombre, Kuni Yutaemon.

El Kuni era grande, casi 2 metros de altura, gruesos brazos cubiertos por músculos y cicatrices, evidencia de su vida en las Tierras Sombrías. Solo portaba un pantalón hakama y sandalias, su espalda la cubría con un viejo manto y una espada Nodachi, su rostro estaba pintado de blanco y unas gruesas líneas rojas formaban una cruz en su frente. Una vez adentro explico la situación a los extranjeros.

- Las bestias que acechan afuera, esperan que oscurezca. – Mencionó Yutaemon - Esas cosas son capaces de fundirse en las sombras y atacar de cualquier parte, aunque en el día son estúpidas y temerosas…en la noche pueden acabar con un ejército en poco tiempo. Obviamente si este ejercito no está entrenado por Cangrejos. -

- Ooohhh – dijeron los 3 samurai al unísono.

(fue algo así, mas o menos)

Decidieron marchar a pasar la noche a casa de Yutaemon, un par de horas al sur de la cabaña. En el lugar Aoshi limpió sus heridas y fue encomendado a las Fortunas por Yutaemon, y limpiado de las manchas oscuras de su brazo y pierna dejadas por los salvajes lobos de las sombras. A la mañana siguiente marcharon, en dirección a la Muralla Kaiu, con valiosa información sacada al shugenja. Existe un vestigio Kuni en las Tierras del que No Debe Ser Nombrado, unas catacumbas Yogo.



Hida Yukinaga

Kuni Yutaemon

No hay comentarios: