12.1.07

Hoyoku Tenzo


Un ejército corrupto desde el sur y un pelotón de 50 soldados a caballo desde el este. La única opción factible era retirarse a un terreno seguro. La persecución tomo más de dos horas en las que el Dragón se vio forzado a cambiar el rumbo para lograr algún tipo de ventaja y en donde la Unicornio cargó con el herido Kakita Morihei. En el horizonte se veía movimiento, en el norte algo se dirigía a gran velocidad hacia el grupo perseguido. La caballería corrupta se acercaba cada vez más y Aoshi ya estaba a alcance de los yari enemigos, yari que hicieron daño en el torso del bushi Dragón, mientras esto sucedía la gran jauría de lobos se acercó y se dispuso a atacar a los manchados seguidores de Fu Leng logrando su retirada. Tras los lobos y enfocados en quienes resultaron heridos llegó una gran agrupación de monjes pertenecientes a la hermandad de Shinsei, presentes para asegurarse de que el Koun Hiiki llegará a su destino sin novedades.

Retornaron al palacio Ashinagabachi de la Avispa y fueron recibidos en la puerta por el mismo Tsuruchi, Campeón de la Avispa, y felicitados por su desempeño luego de reportar sus acciones en las antiguas tierras de Escorpión. Las informaciones anuncian próximos ataques en el palacio del Gorrión, Kyuden Suzume, tropas partían ese día; el resto en tres días junto a ellos.

Cuatro días después los samurai y un contingente de 5000 soldados más se centraban en Kyuden Kitsune, Palacio del Zorro, real objetivo del ejército de Fu Leng. Yoritomo decidió que la batalla se debía liberar fuera de los muros del Zorro a petición del Daimyo local.

Dos mil Mantis en vanguardia, dos mil Avispas en la retaguardia, en el flanco izquierdo mil Zorros y dos mil Dragones a la derecha ahora que Mirumoto Hitomi y su nueva mano de roca negra llegaron con refuerzos. El horizonte oeste se veía repleto de tropas enemigas, trece mil soldados se alistaban para la batalla.

No duró más de 2 horas y las tropas corruptas se retiraban, pero sólo para reagruparse. Esa noche hubo fiesta en el palacio de Chingo Ryosei.


Dos días después las órdenes estaban dadas, el Taisho se encontraba junto a muchos dragones y los mejores 30 soldados sobre el muro Oeste, estos últimos con katanas de jade en sus manos. Las katanas fueron recuperadas por diez soldados de Toturi internándose en territorio Cangrejo y asaltando una parte de la muralla, la parte más débil, y sólo lograron volver cinco muy heridos entre los que estaba Ginawa, Asano y Kumoro. Las fuerzas de Yoritomo se formaron en el exterior de la puerta principal, al Sur. Las tropas de Ryosei en la muralla norte. Las tropas de Tsuruchi al sur este y sur oeste de la muralla. Todo el perímetro estaba cubierto. Haruko y Aoshi se encontraban con las katanas de jade, en el muro junto a Toturi. Morihei e Itachi junto a las tropas de la Mantis.


La batalla se habia extendido durante largos minutos, y aunque las katanas hechas de jade eran muy preciadas por su efectividad muy pocos oni habían caído. Aún Toturi, un símbolo de todo el imperio, no había podido derrotar a algún Oni él sólo, la estrategia era la unión. El oni, apareció entre los samurai, el Dragón y la Unicornio que habían pasado por tantos meses difíciles situaciones se enfrentarían ahora a una bestia con cuatro manos, un gran hocico y mas de una tonelada de corrupción. El Dragón comenzó y luego la Unicornio, con ataques sucesivos el daño a la bestia fue mínimo, pero suficiente para dificultar los ataques del demonio. Aoshi recibió un gran golpe que lo dejó tendido en el suelo mientras que Haruko casi fue devorada por el Oni. Gracias a la ayuda en tiempo justo de otros samurai al Oni no le quedó otra opción que retirarse de la batalla. En pocas horas Tsuburu no Oni estaría de vuelta en sus tierras.


El matar este tipo de zombies no era problema, el romper las mascaras era simple, el mayor problema era el gran número de enemigos; diez mil no muertos contra dos mil Mantis. Cada uno debía matar a cinco al menos antes de morir. Los seis shugenjas ataviados de negro siguieron a su líder, un cadavérico Yogo Junzo cubierto de túnicas púrpuras. El suelo tronó y grandes espinas de tierra emergió en medio de las filas Mantis, muchos cayeron, la tierra se alzaba a mas de 5 metros de altura. Junzo cabalgó hasta posarse en el borde de las rocas emergidas anteriormente, sacó un pergamino, al abrirlo extraños kanji hechos de fuego llenaron la vista de los soldados de la Mantis.

- Hoyoku Tenzo!!- recitó el shugenja mientras el pergamino se deshacía en sus manos.

Nada paso. Más de mil rostros con kabutos verdes de la Mantis se giraron observando a dos soldados Grulla, los únicos soldados Grulla, sosteniendo el estandarte de la Mantis en posición heroica. Una gran ovación incentivo a los mismos Mantis a trepar y terminar con su tarea de ese día.


Junzo y sus tropas se retiraron, devuelta a sus sombrías tierras.
El Koun-Hiiki, por sugerencia imperial, deberá separarse y volver a sus territorios, hasta nuevo aviso.


Tsuburu no Oni

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