10.10.06

Las Catacumbas Yogo

Una vez reunidos, los cuatro ingresaron a las Tierras Sombrías junto a un ejército de alrededor de 200 infantes y 50 samurai montados. La misión de ejército dirigido por el hermano menor del Campeón del Cangrejo, Hida Tsuru, era disolver un conglomerado de criaturas corruptas que se estaba juntando hacía algún tiempo.

Casi 2 días de marcha dentro de las tierras de Fu Leng culminaron en una pequeña batalla contra un asentamiento de 500 soldados oscuros, esta batalla se vio muy favorecida por la participación de cinco shugenjas Kuni que escondieron el ejército Cangrejo hasta que ya estaban encima de su enemigo. Kuni Yuteamon se encontraba ellos. En este encuentro Kakita Itachi se enfrentó a una extraña bestia, la cual sucumbió bajo la katana del Grulla.

Yutaemon explicó a los cuatro samurai en donde se suponía que las Catacumbas Yogo se encontraban, les deseo suerte y se marchó junto al grueso ejército Cangrejo en busca de su objetivo.

Al llegar al paso en donde se encontraban las Catacumbas y algunas huellas, y luego de una pequeña búsqueda un algunas cavernas, los samurai encontraron las catacumbas. Tres escaleras descendían para llegar a un estar, en donde una lámpara con el Mon del Dragón se encendía a voluntad para guiar el camino de los héroes. Bajaron unos 10 metros por una escalera de caracol para llegar a un estar con estatuas de samurai esculpidas en piedra. Entre dos estatuas se erguía un umbral, esperando a ser traspasado.

Haruko fue la primera en atravesarlo, en ese momento las estatuas cobraron vida y se prepararon a atacar a quien iba tras ella, Mirumoto Aoshi. Antes de intercambiar golpe alguno, una persona se hizo presente en la habitación, con la Unicornio inconciente en sus brazos, deteniendo el ataque de sus guardias de piedra preguntó a los intrusos sobre sus intenciones. En medio de la conversación un soldado escorpión, que alguna vez estuvo con vida se apareció y brindo apoyo a los visitantes, este samurai era Bayushi Onimaru, antiguo conocido de Itachi. El Grulla, al verlo recordó el momento en que tomo la vida del Escorpión con su katana.

Se decidió dejar que ingresaran al cuarto inferior y buscaran lo que necesitaran, al bajar la última escalera se encontraron con un extraño rito de muchos espíritus de ancestros del Escorpión, en el centro de la sala se encontraba un pozo con densa sangre. Reaccionando a peculiares cánticos del grupo fantasmal, la sangre se movió y tomo la forma de un ser antropomorfo quién invitó a alguno que se le acercara y tomara lo que deseara. Kakita Moriei lo hizo. Ingreso al pozo de sangre y avanzó por una escalera que descendía bajo sus pies, ingreso a una cámara en donde tomó el pergamino luego de un intercambio de palabras con el espíritu encargado de ello, éste le aseguro un futuro de sufrimiento. Al salir del pozo (y luego de perder pts de honor) Moriei y su grupo salieron de las catacumbas.

Antes de salir, Itachi vio una aparición de Onimaru, quizás era la última vez que lo vería… quizás no.

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