1.2.07

Perdidos


Haruko, Itachi y Morihei se encontraron en Otosan Uchi a la espera de la audiencia con la emperatriz. Antes de eso, Itachi se reunió con Kakita Yoshi, daimyo de los Kakita. Durante la corta estadía los compañeros se enteraron de que la emperatriz había mandado a llamar a distintos grupos peculiares de todo Rokugan. La reunión se realizó un domingo por la mañana, y en la antesala, se encontraron con el otro grupo de favoritos de las fortunas que ya habían conocido, que salía de su reunión, pero con un nuevo integrante: Aoshi. Este les comentó que Moto Sho había perecido, y ahora Aoshi debía acompañar al grupo integrado por Mirumoto Daigo, Doji Koniji y Shiba Gaijutsu a la muralla norte, por lo que el Koun-Hikii debió separarse.

La audiencia fue breve, con carácter confidencial, en representación de la emperatriz Otomo Genzo recibió al grupo, y le explicó el motivo del llamado: por la difícil situación económica que atraviesa el Imperio, se buscó el apoyo de una comunidad que habita en una isla al norte del territorio Mantis, que vive muy alejada de la vida de Rokugan. Esta gente había recaudado muchos recursos cuando era permitido comerciar con gaijin. Ellos aceptaron, con la condición de conocer a los bendecidos por las fortunas, por lo que se le pedía al grupo que visitara la alejada isla, para que el imperio pudiera recibir tan apreciada ayuda.

Los compañeros aceptaron la misión encomendada y fueron llevados de inmediato por una embarcación esmeralda hacia la isla.

En alta mar, el capitán y Morihei divisaron una flota de 50 barcos con mon del Cangrejo y el Innombrable que se dirigía hacia Otosan Uchi. Morihei pidió que se diera aviso, pero el capitán se negó, tenía órdenes de transportar al grupo.

El viaje transcurrió con cierto retraso, porque debieron atravesar una tormenta. Finalmente llegaron a la isla y fueron recibidos por dos personas en un pequeño muelle, y dirigidos hacia el castillo.

La recepción hacia el grupo fue amable, sin mayores protocolos, y pasaron poco más de dos semanas en las que los samurais conocieron a la gente de esta aldea. El pueblo era de alrededor de 50 personas, que vivían todas en el castillo y compartían los quehaceres de manera muy distinta que en Rokugan. Los samuráis pudieron pasear por la isla (los paseos privados de Morihei se hicieron más bien continuos junto a Hotaru Shizu), y dedicarse a meditar y orar a las fortunas. Diariamente se reunían a conversar sobre las fortunas con el jefe del pueblo,Taka Morobu, intercambiando puntos de vista.

Semanas después los samurai despertaron y no había movimiento en el palacio. Recorrieron los alrededores y no andaba nadie. Ya alarmados, fueron a las habitaciones: todos los habitantes habían sido asesinados durante la noche, con agujas ninja en el cuello, a excepción del jefe, que había sido asesinado por una katana.

Buscaron las pistas de los asesinos dieron con una lugar alejado donde habían huellas de que había llegado una embarcación pequeña, de donde había bajado un solo tripulante. Las huellas marcaban un camino ida y vuelta al castillo, trepando árboles a través del bosque.

Recorriendo el castillo buscando alguna señal del atacante, encontraron el lugar donde se encontraban las riquezas del pueblo, era una bóveda llena de elementos preciosos muchos de los cuales no pertenecían a la cultura de Rokugan. Después de analizar la situación, y cerciorarse de que el atacante ya se había marchado, el grupo decide armar campamento en el muelle (donde el único barco había sido destruido) a la espera de que regresara la embarcación esmeralda a buscarlos.

Pasaban los días y las semanas y decidieron que no podían esperar más. Con la ayuda de los caballos, lograron sacar del agua la destruida embarcación, y a partir de ella construyeron una precaria balsa en la que zarparon Haruko e Itachi. Morihei se quedó en el muelle, para no malgastar las botellas que le devuelven la visión, no sabían cuánto podía pasar antes de que los rescataran.

Luego de varios días en alta mar, con provisiones para cuatro semanas, Itachi y Haruko se encontraron con una tormenta de varios días. Ya no tenían control de la balsa y se encontraban a la deriva, sus provisiones se estaban acabando cuando notaron que la tormenta los mandaba de vuelta a la isla. Se prepararon para partir de nuevo en un par de días. Luego de varios días de que se habían marchado sus compañeros, Morihei se percató de que se avecinaba una embarcación Mantis. Los Mantis lo rescataron y partieron de inmediato camino a Rokugan, esperando encontrar al otro par. Los encontraron y el grupo, al cabo de casi 6 meses desde su llegada a la isla, fue conducido a un campamento cangrejo. Cangrejo!!!!!??, el grupo no entendía la situación, y el capitán Mantis les explicó que la flota que Morihei había divisado se dirigía a hacer un golpe de estado, y lo logró, pero luego fue expulsado de Otosan Uchi por las fuerzas de tierras sombrías con el innombrable a la cabeza, que había poseído al mismo emperador. Ahora el Cangrejo se había unido a los demás clanes en su batalla contra Fu Leng.

Taka Morobu

Hotaru Shizu


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